PREGÓN DE LA CRUZ DE MAYO 2012 (Gregorio Saura Vilar)

JESÚS NAZARENO y STMA. VIRGEN DE LA SOLEDAD,

pido vuestra ayuda para que las palabras, que esta noche me habéis otorgado dirigir a mis hermanos marrajos, conviertan este momento en una ocasión de servicio sencillo y alegre que nos permita reafirmarnos en nuestra fe y lograr el encuentro cotidiano con el amor.


Hermano Mayor de la Cofradía Marraja

Hermanos Mayores de Honor

Rvdo. Capellán

Concejal de Servicios Sociales del Excmo. Ayunt. de Cartagena

Querido Hermano Presentador

Hermanos Marrajos

Sras. y Sres.


Cuando todavía resonaba en mis oídos el canto emocionado de la Salve a la Virgen de la Soledad de los Pobres, que ponía fin al ensueño que ha sido en este año 2012, la Semana Santa Marraja, al llegar a casa, derrotado por el cansancio de unos días muy intensos y dejando en el sofá la túnica y el mocho de terciopelo morado, el escudo de la cofradía, el cordón y los guantes , empezó a pasar por mi cabeza que el 5 de mayo tenía que leer el pregón de la Cruz de mi Cofradía Marraja, y me dije,

¡Ahora que podía descansar mi dichosa cabecita, mira, en qué compromiso me pone el Hermano Mayor!


Verdaderamente no encontraba la razón porqué había pensado en mí y me resultaba difícil imaginar cómo iba a elaborarlo, y así ha sido, se ha convertido en un proceso muy lento porque el modelo de Exaltaciones o Pregones de las Cruces de Mayo no está muy definido ya que depende de muchos factores: de la región, localidad, estilo de celebración, si es de barrio, de hermandad o cofradía y sobre todo de los sentimientos personales y preparación de cada pregonero. No creo que pase a la historia por mi pregón pero he tratado de hacer algo digno para mi Cofradía y que llegue a todos los que os habéis atrevido a venir a escucharme.


Antes que nada y no solo por cortesía, debo agradecer al presentador, Agustín Alcaraz, el que aceptara poner su inteligencia y su buen hacer para dirigirnos sus amables palabras que me han emocionado porque viene de la persona que es como si fuera un hermano chico para mi y que, curiosamente, se ha hecho grande, muy grande.

Me conoce perfectamente y sabe lo que pienso en cada momento, sin que sea necesario hablar.


Agustín, este año ha sido para los dos, él de las coincidencias, así, el sábado de pasión, en la cena de hermandad de la Agrupación “Santa Agonía” tuve el honor de imponerte el escudo de oro de la misma; el Lunes Santo retransmitíamos la Procesión de las Promesas de la Virgen de la Piedad, aunque por cadenas de TV distintas y esta noche me presentas como pregonero de la Cruz de Mayo.


No está nada mal para dos buenos amigos, agónicos y marrajos. Gracias por tu excelente y emotiva presentación.

El 2012 está siendo diferente para mí por los compromisos en los que me habéis puesto unos y otros y que han sido totalmente nuevos en mi trabajo cofrade. Primero, la presentación de la revista Soledad; segundo, la retransmisión de la procesión del Lunes Santo por Tele Cartagena, en donde soy consciente de haber cometido errores de los cuales ruego me disculpéis, y el tercero, todo un pregón de la Cruz de Mayo.


Y digo todo un pregón de Cruz de Mayo, por tratarse de algo bastante desconocido en su preparación y desarrollo, como ya he dicho, he buscado redactarlo lo mejor posible y confío que aquellos recovecos que mi inteligencia no ha podido recorrer sean suplidos con el cariño que siempre me habéis demostrado.


Como con vosotros tengo que tener la mayor sinceridad posible, os confieso que yo no había asistido a una Cruz de Mayo hasta el año en que fui nombrado Primer Comisario General de la Cofradía, por José Miguel Méndez, ni incluso cuando le tocó organizarla a la Agrupación de la Agonía, siendo Presidente, José Ramón Ballesta y vicepresidente, Alberto Lluch, del cual me gané una buena reprimenda por no haber venido.


Y os preguntaréis,

¿por qué no venía a las Cruces de Mayo?

Hasta este momento solo lo sabe, Paquita , mi esposa, pero esta noche también quiero que vosotros lo sepáis:

Siempre he tenido un rechazo a las fiestas populares típicas de otras regiones y localidades que se trataban de implantar en nuestra ciudad, y consideraba que la Cruz de Mayo con trajes de faralaes, mantones de Manila, bailes de sevillanas y muchas cosas más, no eran algo nuestro y de ahí mi manía hacia ella.


Yo acepto que el mes de Mayo es un mes en el que se festeja primorosamente el esplendor de la naturaleza y el amor, porque Mayo fundamentalmente es el florecimiento de la vegetación, o sea, le regeneración de la vida.

Hay una tradición de carácter festivo y religioso que tiene profundas raíces en el tiempo, por ejemplo, en mi niñez en el Patronato, Mayo era el mes de las Flores a la Virgen María, con celebración religiosa diaria en la Capilla del Colegio y la posterior tertulia en el patio o en la puerta principal, la de rejas, de las familias de los Hijos de María del Patronato que asistían, y también del juego de los alumnos del Colegio, con la pelota pequeña, la grande no estaba permitida, bien en el mismo patio o en la calle Saura.


Las fiestas de Mayo, como muchas otras que se incluyen en nuestro calendario gregoriano, tuvieron un origen que está mucho más allá en el tiempo del que se corresponde con la era cristiana.

Aunque no era partidario de la fiesta de la Cruz de Mayo, si que me preocupé de informarme sobre el verdadero origen y fundamento de ella, para ver si hubiera algo que me convenciera y me animara a participar.

Muchas son las hipótesis y suposiciones, pero la opinión dominante piensa que las raíces de esta celebración hay que buscarla en una fiesta que se celebraba en Roma dedicada a “MAIA” que era una ninfa griega, que con el transcurso del tiempo se vino a identificar con la diosa romana del mismo nombre.


El símbolo de la fiesta era un árbol, el MAYO, que al terminar las fiestas, se acostumbraba a quemar el tronco del árbol del año anterior. Este hecho, era un acto de regeneración por el fuego, pues las hogueras, las ascuas y las cenizas se pensaba que poseían virtudes que provocaban el crecimiento de las mieses y el bienestar de hombres y animales.

Del culto al árbol se pasa al culto de la Cruz. Los autores cristianos a partir del siglo III, hacen propia esta conmemoración profana y asimilan la fiesta pagana de MAYO, a la exaltación de la Cruz.


Desde el II Concilio de Nicea, año 789, la Cruz es el símbolo supremo para todo el mundo cristiano, y el mes de mayo se convierte en el mes de la Cruz, como consecuencia que desde tiempo inmemorial la Iglesia ha celebrado el día 3 de mayo, la fiesta de la invención de la Santa Cruz, en la creencia del hallazgo en el año 326, por Santa Elena, madre del emperador Constantino, de la “verdadera Cruz” en la que fue crucificado Jesús.


Quizás el hecho testimonial de Santa Elena, de hallar la Cruz en un paraje desolado y frío, en medio de un extraño resplandor, le hizo quedar extasiada y conmovida lo que le movió a adornarla con sus joyas para sí hacer un acto de homenaje y reconocimiento. Puede ser que esto sea el motivo para que en nuestros pueblos esté tan arraigada la costumbre de montar, vestir y adornar las cruces en nuestras calles y plazas.


Después de esta introducción histórica, os cuento que mi primera Cruz de Mayo oficial fue en 1996 y la experiencia tampoco me convenció porque me encontré que tenía que cumplir con la tradición de visitar las cruces de las demás Cofradías y recibir, en la nuestra, a los demás cargos directivos del resto de las Cofradías, era un protocolo que me impedía disfrutar de la convivencia , diversión y ocio de nuestra fiesta y de ver la admiración de los visitantes de nuestra Cruz que resaltaban la belleza de la obra realizada con el trabajo, esfuerzo y buen gusto, del equipo de Eduardo Vilar, que todos sabemos no les importa las horas que empleen pero SIEMPRE consiguen la mejor Cruz de Mayo de Cartagena. También empecé a degustar la paella de Miguel, que posteriormente se convirtió en el caldero del mediodía.

Y poco a poco fueron apareciendo detalles que me iban enganchando a la celebración.


Ciertamente la Cruz es el distintivo del cristiano, que unos llevan colgando del cuello, otros en el bolsillo o en algún otro lugar o permanentemente en el pensamiento y que se ha convertido en un símbolo universal, patrimonio de la humanidad.


En mayo, vemos la Cruz de flores naturales ó hechas con papel de colores, encaramada en un altar, cubierta de primorosas colchas, encajes y mantoncillos, complacidas con macetas de geranios, hortensias, clavellinas y rosas que colorean aún más el incipiente momento y escenario.


Platos de bronce, candelabros, las tijeras, el pero o manzana y las palmatorias que sostienen velas de colores, que alumbrarán el encuentro de la Cruz y el pueblo.

Y custodiada desde lo más alto, con farolillos y cadenetas, con hileras blancas de bombillas que alumbran el embrujo de la noche primaveral en una ciudad que conecta sus barrios con el casco antiguo mediante el portentoso símbolo de la Cruz, que por estar rodeado de música, baile y fiesta no habrá perdido la razón de su simbolismo.

El sentido místico estará presente en cada momento, porque sin ser la fiesta del triunfo de la Cruz, es la fiesta de cada año, la de la Cruz florida de Mayo.


Nos puede llamar la atención que adornos, flores, bebida y comida, choque con el significado de dolor que conlleva la Cruz, por eso cabe plantearse estas preguntas,

¿Por qué se busca este contraste en esta fiesta?

¿Acaso la felicidad tiene algo que ver con la Cruz o la Cruz con la alegría?


Queramos o no, la Cruz siempre nos acompaña, el dolor, la soledad y el sufrimiento es connatural a la existencia humana. Nacemos llorando, y bueno es que sea así, y morimos con dolor, propio y ajeno. El secreto es comprender que este símbolo de fracaso, que es la Cruz, se ha convertido en un triunfo.

Mi fracaso de no entender, en su día, la fiesta de la Cruz de Mayo, duró hasta que la fiesta de los Marrajos se recondujo por el camino del trabajo colectivo global para alcanzar, no solo la instalación bella de la Cruz, sino que hubiera una mayor participación en la búsqueda de un objetivo exclusivo y finalista.


Fue la idea, siendo Hermano Mayor, José Miguel, de que un numeroso grupo de marrajos, con mucha participación de jóvenes, y con la experimentada coordinación de Miguel Villena y Felipe Vilas, se encargaran de llevar adelante la parte de servicios de la fiesta para que lo recaudado revirtiera en la Fundación Marraja.


Se trabajaba con muchos días de adelanto en la planificación y en la compra de todo aquello que se iba a ofrecer para el consumo de los que nos acompañaran en esa noche mágica. Se instalaban barras, grifos de cerveza, planchas, mesas, sillas, etc., participando cofrades de varias agrupaciones, sin distinción de ningún tipo y sobre todo la semilla que más tarde ha dado fruto, los Jóvenes Marrajos.


Esos fueron los años en los que me sentí feliz participando y viendo como en las casas de los marrajos se preparaban tortillas de patatas, michirones, caldo con pelotas, bocadillos y muchas cosas más, para luego servirlas en la barra o llevarlas a las mesas, previamente reservadas por las agrupaciones, y que con el pago de comida y bebida, a módicos precios, se conseguían fondos económicos que sirvieron para consolidar el proyecto de Casa-Hogar Betania, cuyos ancianos también nos acompañaban disfrutando del ambiente festivo y de hermandad.


Los años han ido pasando y otros marrajos han ido asumiendo la responsabilidad de organizar la Cruz de Mayo, no quiero nombrar a ninguno de ellos porque podría cometer el error de olvidarme de alguno, pero TODOS han desarrollado esa desconocida labor para muchos, y siempre con la misma idea,

¡la solidaridad con nuestra Fundación Marraja !.


que conduce a la fraternidad como meta, pero que también es camino, ya que solo con conductas inequívocamente fraternales pueden superarse los innumerables obstáculos que hemos erigido en nuestro mundo contra la libertad y la igualdad, requisitos indispensables para construir la familia humana.


La Cruz es el símbolo inevitable de nuestro pueblo. Se podrá quitar de los sitios públicos donde estaba previamente. Estaba por culpa de esa cultura cristiana que impregna el estilo de vida de nuestra sociedad y del que tan orgullosos estamos cuando nos comparamos con otras culturas. Se podrá quitar ese símbolo de los edificios públicos, incluso de nuestras calles, pero la Cruz acaba apareciendo de nuevo. Pero no es un símbolo de tristeza o resignación, es,

¡aunque sea muy fuerte decirlo!,

LA RAÍZ DE LA FELICIDAD


Paradójicamente, a veces, una cruz grande, si es de raíz bien asentada, conlleva una profunda felicidad, porque la felicidad no es más o menos grande, es más o menos profunda. En realidad, el único triunfo es el de la felicidad, acompañada o no de lo que comúnmente se entiende por éxito.


Ante la Cruz, hay que dar un paso adelante, muy difícil sin duda, abrazarse a Ella y amarla, porque es nuestra, porque me realiza como ser humano y porque como cristiano me acerca al Crucificado, que es la mejor compañía.

Eso es justo lo que los Marrajos hicimos en su momento con nuestra Cruz de Mayo, el medio de realizarnos como seres humanos, abrazando a nuestros ancianos acogidos en Casa-Hogar Betania, porque son la Cruz que elegimos voluntariamente.


Tenemos muchas Cruces en nuestra Semana Santa, la Cruz Insignia del Cáliz, la del Nazareno, la de la Condena, la de la Caída, la de la Verónica, la de la Agonía, la de la Lanzada, la del Descendimiento, la de la Piedad, la de las Santas Mujeres y la Vera Cruz, la última cruz de nuestros desfiles, pero la Fundación Marraja es la Cruz aceptada por la Cofradía Marraja, que no se recoge nunca y que debemos llevarla entre todos, todos los días del año, logrando que tenga una raíz bien asentada, como decía anteriormente, para que nos lleve a una profunda felicidad.


El trabajo no visible de montaje, desmontaje y recogida de la Cruz de Mayo, realizado por la Comisión de Iglesia, por los equipos de vestuarios y material, junto con los calentamientos de cabeza de los encargados de planificar y comprar los alimentos y las bebidas que han de consumirse esta noche, la instalación de toda la infraestructura necesaria para que todos estemos cómodos, y el servicio de barra y mesas, ESO SÍ QUE ES UN DESFILE CON FILAS RECTAS, PASO LARGO, CURVAS PERFECTAS Y SIN VARAS. Es el desfile oculto que no tiene fotos ni vídeos, ni sale en Facebook.


Yo desde hace bastantes años me quedo con la PROCESIÓN QUE NO SE VE, como decía Rosario del Carmen en su pregón de Semana Santa, eso si, sin olvidar que nuestra Semana Santa es bella, muy bella, llena de luz, flor, música y un gran desfile acompasado de penitentes, ahora, una vez vista como es la Cruz de Mayo Marraja, mi exaltación de la Cruz de Mayo 2012 la dedico a todos los que he mencionado, de antes y de ahora y que han encontrado el camino adecuado para que luzca la Cruz más bella, la del triunfo de la solidaridad.


Los MARRAJOS (con mayúsculas) hemos logrado que la Cruz de Mayo sea la fiesta del sentimiento colectivo de los cofrades en el mes de la Virgen María, y no creáis que me olvido de Ella, la Corredentora, la que acompañó a su Hijo en el camino de la Amargura y estuvo junto a Él en la Cruz. Siempre me detengo, hasta extasiarme, en la mirada de todas y cada una de las imágenes de la Virgen de nuestra Cofradía, pero hay una que es especial, la que menos nos mira a la cara, la Soledad de los Pobres. Por su nombre, sus dolores deben ser nuestras penas. Dolores vestidos de negro. Dolores que estremecen el alma y que atrapa en sus manos unidas en el pecho.


Virgen de la Soledad, Madre de los Marrajos, ayúdanos a vencer la nostalgia y la melancolía de aquellos que se pudieran sentir solos por pasar momentos difíciles o estar en el tramo final de su vida.


Los Jóvenes Marrajos han asumido el protagonismo de mantener ese cambio que se produjo en la organización de la fiesta de Mayo y por ello hay que apoyarles viniendo todos los años a estar con ellos y al mismo tiempo gozar del siempre fantástico, único, bello y mejor montaje de la Cruz de Mayo, en Cartagena.


Los Marrajos fuimos pioneros en festejar la Cruz de Mayo y mantenerla, pero no nos hemos quedado ahí, hemos demostrado entenderla y desarrollarla de forma distinta a los demás, fiesta como debe ser, pero con trabajo solidario. Y este año debemos sentir una satisfacción especial al comprobar que la Cruz de Mayo solidaria de los Marrajos, ha servido como referente para otra Cruz de Mayo cofrade.


Una vez más la historia se repite, pero mientras sea con el fin de apoyar una labor social, que Dios les bendiga.


Gracias a todos los que han trabajado para instalar y adornar el altar de este año, obra que nos presenta la Cruz florida en verde esperanza, convertida en trono por el triunfo de la Resurrección, con el fondo de las lágrimas derramadas por la muerte del Redentor pero cristalizadas por el tiempo transcurrido. Hay que destacar el gusto y la destreza de combinar elementos como la cerámica típica de nuestra tierra y la flor, y tener el detalle, para mí muy significativo, de colocar la imagen de la Soledad que pertenecía a mi abuela y la Cruz de plata con la reliquia del monte Calvario, que se regaló a la Cofradía por el 75 aniversario de la fundación de la Agonía.


También mi agradecimiento a los que han colocado cadenetas y farolillos, sillas y mesas, y por supuesto a los encargados de preparar viandas y bebidas así como servirlas, buscando la alegría de los que nos visitan y de nosotros mismos, pero sobre todo con la idea de que nuestros ancianos de Casa-Hogar Betania no sufran crisis alguna en los días que les resten por vivir. Enhorabuena por conservar esta hermosa tradición de la Cofradía Marraja.


Y termino, dando las gracias a todos los que habéis asistido a este pregón por la atención que habéis prestado a mis palabras. Saber, que lo he hecho y defendido con corazón marrajo, que significa humildad por encima de todo y que en este momento me siento muy feliz, y al mismo tiempo muy aliviado, de haber cumplido con el encargo del Hermano Mayor.


Consumir de todo lo que se ha preparado para esta noche y pensar que con vuestra presencia y contribución adecuada a vuestros recursos económicos, participáis en la labor social de la Cofradía Marraja y también reconocéis el trabajo que han hecho los que han preparado todo lo que nuestros ojos ven y nuestras bocas van a degustar.

Buenas noches y a disfrutar de la fiesta.


Gregorio Saura Vilar

Presidente de la Santa Agonía

Marrajo de Honor 2011

Pregonero de la Cruz de Mayo de la Cofradía Marraja de 2012

Cartagena, 5 de mayo de 2012